OpenAI, la firma de investigación y desarrolladora de sistemas de inteligencia artificial como Dalle-2 o GPT3, ha presentado recientemente ChatGPT, un novedoso modelo de IA creado para generar texto conversacional. Para su desarrollo, se ha basado en modelos anteriores, como el propio GPT3 o InstructGPT, logrando perfeccionar sus respuestas.
En este instante, ChatGPT se encuentra en fase experimental. Es decir, este lanzamiento servirá para evaluarlo y seguir perfeccionando su sistema, en función de las valoraciones y opiniones que ofrezcan sus usuarios. De igual manera, para facilitar esta recolección de datos, esta versión inicial del modelo está accesible para cualquier persona de manera gratuita, solo es necesario registrar una cuenta en OpenAI.
Funcionamiento de ChatGPT
Como es sabido, GPT3 es un sistema de lenguaje natural capacitado para realizar diversas tareas relacionadas con la generación de texto, como redactar textos, completarlos, traducir, responder preguntas, clasificar ideas o llevar a cabo diálogos, entre otras.
En el caso de ChatGPT, se ha optado por esta última función para mejorarla y desarrollar un modelo conversacional mucho más eficaz. Es decir, ChatGPT hereda la capacidad de respuesta de GPT3, incorporando innovaciones como la habilidad de admitir fallos en sus formulaciones, cuestionar premisas inadecuadas y rechazar peticiones inapropiadas.
Este mismo procedimiento continúa en marcha, utilizando las interacciones que los usuarios realizan con ChatGPT y las observaciones que estos aportan.
Cuáles son sus limitaciones
En la propia página web de OpenAI ya advierten que este no es un sistema infalible, aún está en aprendizaje, por lo que existe la posibilidad de que ChatGPT ofrezca respuestas incorrectas o poco precisas. Esto mismo se notifica también al acceder a la herramienta «si bien tenemos medidas de protección, el sistema puede ocasionalmente generar información errónea o engañosa y elaborar contenido ofensivo o sesgado. No tiene la intención de proporcionar asesoramiento«.
A la hora de interactuar con él, debemos considerar varios aspectos. Para comenzar, su conocimiento sobre el mundo actual es limitado, por lo que puede ofrecer respuestas poco actualizadas sobre eventos ocurridos después de 2021. Por otro lado, sus respuestas pueden ser parciales o incluir contenido dañino. Un aspecto en el que OpenAI está insistiendo notablemente por remediar, ya que, como han mencionado en varias oportunidades, no desean que sus herramientas generen contenidos nocivos.
No obstante, también se ha trabajado para que, en caso de desconocer la respuesta a una consulta, ChatGPT lo reconozca y lo indique. Esto puede resultar en que sea excesivamente cauteloso con cierta información.
Examinar y comparar ChatGPT con GPT3
Para poder experimentar en primera persona los avances que representa…
En relación al modelo que fundamenta a ChatGPT, hemos decidido llevar a cabo pruebas. Para ello, hemos mantenido una conversación con ambos y hemos contrastado sus respuestas.
En la primera instancia, solicitamos que nos expongan el ciclo del agua. Es evidente un progreso en términos de la cantidad del texto y la claridad en la exposición por parte de ChatGPT. Aunque la respuesta de GPT3 es válida, la del modelo más reciente resulta ser mucho más exhaustiva.
Además, podemos observar esa cautela de la que ya habíamos mencionado. Mientras que GPT3 respondió de manera directa a la cuestión sobre las orejas de Bugs Bunny, sin darse cuenta, ChatGPT admite no poseer tal información.
También hemos verificado que, efectivamente, este sistema evita la producción de material violento o nocivo. Justo como él mismo aclara al solicitarlo.
Finalmente, indagamos a ChatGPT sobre quién dirige Twitter. A lo que nos proporcionó una contestación desactualizada, dado que, como es conocido, actualmente esa persona es Elon Musk.
Imagen: Wepik
