Vivimos en un contexto en constante transformación donde hay algo evidente: la IA ha llegado para quedarse. Y dependerá de marketers, emprendedores y profesionales de diversas industrias tener la habilidad de realizar un empleo inteligente y responsable de ella. Nos referimos a ‘acoger’ la inteligencia artificial como un motor impulsor capaz de optimizar el entorno en el que operamos: el MarTech. Pero no solo eso, sino de recibir este cambio de paradigma, y su aspecto disruptivo, sin reemplazar la labor intelectual de nuestros equipos. Por lo tanto, la clave radica en integrarla como parte de nuestra evolución en MarTech, en vez de considerarla una “revolución que aniquila todo’’ y arrastra el talento en el que confiamos.
Las diversas aplicaciones de la IA en múltiples sectores
En la actualidad, existen plataformas de inteligencia artificial capaces de dirigir cirugías de manera remota, aplicaciones que jamás se habían imaginado hasta ahora en áreas como la industria, finanzas, educación… incluso empresas automotrices están explorando una nueva tecnología derivada de la IA en la que, presumiblemente, se podrá identificar el estado emocional de un conductor. En este contexto, alguien podría cuestionar ‘’¿qué sucedería si el conductor simula cómo se siente?’’, ‘’ ¿dónde comienza y dónde culmina la confianza total en la IA cuando se trata de interpretar las emociones humanas?’’. Realizar un acto de humildad, pero también de planificación, de saber cuándo y cómo aplicar la IA debería ser esencial para cualquier objetivo empresarial.
La importancia crucial del factor humano en la IA
Recientemente, medios como el New York Times han revelado cómo numerosas empresas han declarado llevar utilizando sistemas de IA durante «un largo periodo», cuando, en realidad, esconden a una multitud de profesionales que supervisan y refinan esas máquinas. En resumen: la IA apoya, resuelve, complementa… pero no reemplaza. Por lo tanto, es fundamental apostar por el elemento Human To AI.
La IA en marTech: un vínculo entre tecnología y estrategia
Cuando mencionamos MarTech la narrativa permanece casi inalterada: la IA es aplicable a nuestro sector. Por lo tanto, es ineludible y, casi apremiante, reflexionar sobre todo lo que puede brindarnos en términos ejecutivos: establece conexiones, simplifica procesos, automatiza labores monótonas… Pero, también a nivel estratégico, como, por ejemplo, con lo que se denomina inteligencia de diagnóstico (la habilidad de revisar el historial del negocio y entender
las razones esenciales y los factores que influyen en un desempeño particular).
La inteligencia artificial también puede facilitar la relación con potenciales clientes que deseen adoptar nuevas tecnologías junto a nosotros; clientes cada vez más internacionales y sumamente competitivos a los cuales orientar hacia el triunfo al implementar la IA de manera reflexiva, responsable y eficaz.
En este aspecto, es crucial comprender las tendencias relativas a las diversas aplicaciones en las que la IA ha llegado para establecerse, así como aquellos algoritmos particulares que nunca han sido investigados. Este cambio hacia la automatización y el desarrollo de procesos más sofisticados también se reflejará en áreas como el manejo y el análisis de grandes cantidades de datos o en asistentes virtuales y aplicaciones para el servicio al cliente, así como en tecnologías destinadas a la predicción de tendencias y comportamientos del consumidor o, por ejemplo, en la IA aplicada al SEO, entre otras subdisciplinas.
Los profesionales (y por ende, las personas) brindarán ese valor añadido al sector, como nunca antes. Por lo tanto, apostamos por una IA que pueda funcionar como un elemento activador y como complemento a los equipos humanos.
El efecto de la nueva Ley Europea de Inteligencia Artificial en MarTech
Y todo esto, sin descuidar algo fundamental que nos impactará a todos como sociedad y especialmente a los grandes creadores de contenido (marketers y comunicadores): ¿cómo nos va a influir la nueva Ley Europea de Inteligencia Artificial? Aunque su implementación está prevista para 2026, año en que tendrá impacto en todos los campos profesionales. Hasta ese momento, parece que estaremos presenciando una implementación gradual y paulatina. Mientras tanto, agencias, medios, empresas y marcas deberán asimilar cómo les influirá. Se anticipa que estos cambios comenzarán a sentir en nuestro sector en unos 12-24 meses aproximadamente.
En resumen, si te consideras un fiel defensor de la innovación, alguien que confía plenamente en el avance tecnológico y social, deberías buscar un “equilibrio inteligente” entre lo que la IA te proporciona y el equipo que la maneja; la IA va a democratizar aún más el conocimiento, y por tanto, es crucial optimizar el valor añadido que proporciona el equipo que la opera.
