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La inteligencia artificial se define como una tecnología que ha despertado la atención y el interés de usuarios a nivel global. En Europa, las imágenes sobre la IA varían entre la fascinación por sus usos y la ansiedad por los peligros que conlleva. Un análisis elaborado por Morning Consult indica que los consumidores europeos perciben posibilidades en esta innovadora tecnología, aunque también tienen inquietudes al respecto.
Una situación parecida se refleja en Estados Unidos, pero como señala el informe, la principal diferencia radica en que en la actualidad Europa lidera la regulación de la IA.
Intereses y usos de la IA en Europa
La búsqueda en línea facilitada por IA está en la cúspide de las aplicaciones tecnológicas que más atraen a los consumidores europeos. La incorporación de IA generativa en chatbots para motores de búsqueda, como el ChatGPT de OpenAI en el buscador de Microsoft, Bing, ha evidenciado la factibilidad de estos productos y servicios. Esto ha provocado una competencia por ofrecer una búsqueda en línea funcional y eficaz asistida por IA entre diversas empresas tecnológicas, como Google con su propio asistente virtual, Bard.
Aparte de la búsqueda en línea, otras aplicaciones de IA que suscitan interés abarcan la ayuda en carretera facilitada por IA y las aplicaciones vinculadas a la atención sanitaria, abarcando desde diagnósticos hasta auditoría de expedientes clínicos. No obstante, se admite que estas aplicaciones específicas relacionadas con la salud y la seguridad de las personas deben ser desarrolladas con sumo cuidado debido a la alta demanda de exactitud.
En el ámbito de España, se puede apreciar que hay un mayor interés en la búsqueda de recomendaciones sobre vuelos y alojamientos, seguidos de la asistencia en carretera y la elaboración de itinerarios de viajes personalizados. En cuanto a lo que menos atrae la atención de los usuarios, encontramos la búsqueda en línea y las herramientas para programación de código.
Por otro lado, los resultados del análisis mostraron que todos los países involucrados (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y España) consideran la IA como una adición beneficiosa en el ámbito tecnológico. En el caso español, el 61% de los encuestados sostienen que la integración de la IA representa el futuro de la tecnología, mientras que un 33% cree que la sociedad está lista para el advenimiento de la IA.
Preocupaciones sobre la IA: privacidad de datos y desinformación
El avance de la IA generativa también ha levantado preocupaciones entre los consumidores. Mientras que algunos reconocen las ventajas que puede aportar esta tecnología, otros opinan que la sociedad aún no está completamente preparada para su plena adopción. Entre las preocupaciones más relevantes se encuentran
“`la manera en que se gestionan los datos personales en la formación de modelos de IA, la propagación de información incorrecta y el acceso de los niños a instrumentos de IA.
En España, resalta la inquietud por el desarrollo irresponsable de tecnologías de IA, seguida por la privacidad de los datos personales, la propagación de información incorrecta, la generación de deepfakes y el desempleo en la industria.
Asimismo, se menciona que en España el 64% de los encuestados no tiene (o no del todo) confianza en que la IA generativa respete la privacidad de sus datos y únicamente el 26% manifestó que confía completamente o en gran medida.
El empleo de datos y la carencia de transparencia en la formación de modelos de IA han atraído la atención de los reguladores y han ocasionado controversias por la utilización de datos personales sin el consentimiento de los usuarios. Los consumidores manifiestan un bajo grado de confianza en la habilidad de la IA generativa para salvaguardar la privacidad de los datos.
Relevancia de la regulación gubernamental en la IA
En este contexto, la Unión Europea ha adoptado un papel de liderazgo al implementar la Ley de IA, que clasifica las aplicaciones de IA en función de su nivel de riesgo y regula su uso de acuerdo con esos niveles. Esta legislación ofrece un marco legal integral para guiar el desarrollo y la implementación de tecnologías de IA en Europa y puede servir como modelo para otros países.
La IA representa una tecnología con un enorme potencial, pero también con riesgos considerables. Los consumidores europeos están interesados en las aplicaciones prácticas de la IA, como la búsqueda en línea, pero también manifiestan preocupación por su privacidad y uso ético.
Para las marcas que buscan incorporar la IA en sus productos y servicios, es crucial estar al tanto de las preocupaciones de los consumidores y asegurar la protección de datos y la transparencia en el uso de esta tecnología. Mediante un enfoque regulado y ético, la IA puede explotar todo su potencial para enriquecer la vida de los consumidores europeos y del mundo entero. La colaboración entre empresas y gobiernos es fundamental para alcanzar un futuro equilibrado y exitoso para la IA en Europa.
Foto: Depositphotos
