Estados Unidos Fija su Atención en Chat GPT: Un Nuevo Horizonte Tecnológico

El 13 de julio pasado, se reveló que la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC, por sus siglas en inglés) inició una indagación a la compañía OpenAI para comprobar si su herramienta Chat GPT ha vulnerado las normativas de protección de datos personales de sus usuarios. A simple vista, la información parece bastante simple, pero ¿cuáles son las verdaderas preocupaciones de Estados Unidos?

Primero, recordemos que en Estados Unidos, las entidades federales como la FTC y la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), junto con los fiscales generales de los estados y los entes reguladores estatales, tienen la autoridad de investigar y sancionar a las empresas que infrinjan las normativas de privacidad y seguridad de datos. Este ámbito de acción también abarca a aquellas firmas que implementan la inteligencia artificial de maneras que amenazan la privacidad de la información personal de los usuarios.

Asimismo, existen diversas leyes en el país destinadas a regular la privacidad y la protección de los datos. Algunas de estas son la Ley de Privacidad del Consumidor de California (CCPA), la Ley de Privacidad de la Información en Línea de los Niños (COPPA), la Ley de Portabilidad y Responsabilidad de Seguros de Salud (HIPAA) y la Ley de Redes de Publicidad Justa (FCC). La FTC ha emitido pautas que establecen que las empresas que utilizan IA y algoritmos deben conformarse a estas normativas de privacidad y seguridad de datos vigentes.

Indagación sobre Chat GPT y OpenAI

ChatGPT se ha convertido en una de las herramientas predilectas para quienes investigan, redactan y crean contenido. No obstante, nada es impecable, y es que al tratarse de una tecnología que sigue desarrollándose cada día para ser perfeccionada, los usuarios han detectado ciertos fallos en la información que proporciona el chatbot, información que en ocasiones podría resultar perjudicial.

Al parecer, Estados Unidos tiene diversas inquietudes relacionadas con las prácticas de capacitación de los modelos de IA de la empresa creadora de la herramienta y su gestión de información personal de los usuarios. En un documento que expone las razones de la indagación, se menciona un incidente ocurrido en 2020 donde un error de OpenAI permitió que los usuarios accedieran a información sobre otros chats y detalles relacionados con el pago de otros usuarios. Esto suscita preocupaciones sobre la salvaguarda de la privacidad y la seguridad de los usuarios.

Además, se busca verificar si la herramienta ha estado involucrada en prácticas desleales o engañosas que hayan afectado la reputación de los consumidores. En este sentido, se menciona que se han reunido quejas sobre productos de OpenAI que han presentado declaraciones falsas, engañosas, denigrantes o perjudiciales.

Un ejemplo destacado en la investigación es la afirmación de ChatGPT de que un abogado había realizado comentarios sexualmente insinuantes e intentó tocar a un estudiante durante un viaje escolar. Sin embargo, se descubrió que dicha afirmación era falsa y que el artículo referenciado no existía. Esto plantea dudas sobre la precisión y la veracidad de las respuestas proporcionadas por ChatGPT.

Asimismo, la FTC ha solicitado una descripción detallada de los datos empleados por OpenAI para entrenar sus productos y cómo están manejando el problema conocido en la industria tecnológica como «alucinaciones». Un término que hace
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referencia a aquellas respuestas del chatbot que poseen buena estructura pero resultan completamente erróneas.

EE.UU. ha lidiado previamente con empresas para proteger los intereses de los usuarios

En enero, Google estaba enfrentando una demanda antimonopolio en Estados Unidos, interpuesta por el Departamento de Justicia y respaldada por 8 estados, argumentando que la empresa había mal utilizado su posición privilegiada en el sector publicitario en línea. Se acusó a Google de implementar estrategias anticompetitivas para sostener y reforzar su predominio en esta área, afectando a los editores de sitios web y a los anunciantes que intentan hacer uso de productos de tecnología publicitaria de competidores.