El siguiente gran avance tecnológico en el ámbito de la IA es el progreso de la inteligencia artificial general. Una competencia en la que ya participan titanes como OpenAI, Amazon, Google y Microsoft, y a la que se ha incorporado un nuevo contendiente: Meta. «Hemos llegado a la conclusión de que, para desarrollar los productos que deseamos, es necesario crear inteligencia general», declaró Mark Zuckerberg en una entrevista concedida al medio The Verge.
La inteligencia artificial general se refiere a una forma de IA que tiene la capacidad de comprender, aprender y aplicar su inteligencia a una amplia variedad de tareas, imitando la habilidad humana o incluso sobrepasándola. A diferencia de la IA especializada o de propósito limitado, que está diseñada y entrenada para una tarea específica (por ejemplo, DALL-E, cuya única función es crear imágenes), una IA general podría ejecutar cualquier tarea cognitiva que un ser humano pueda realizar.
Sin embargo, lo que más resalta Zuckerberg acerca de esta tecnología es «su vastedad, que implica que la inteligencia abarca todas estas diversas capacidades en las que es necesario razonar y tener intuición».
Qué planes tiene Meta para la IA general
Este nuevo enfoque hacia la IA general ha estado marcado por el reciente modelo de lenguaje amplio (LLM) presentado por Meta, el Llama2. A pesar de ser conscientes de que la habilidad de generar código no sería algo relevante para los usuarios de sus plataformas, decidieron implementar esta función de todos modos en busca de lograr una IA más inteligente.
«Una hipótesis era que la codificación no es tan significativa porque no es como si muchas personas fueran a hacer preguntas sobre codificación en WhatsApp. Sin embargo, resulta que la codificación es fundamental para que los LLM puedan entender el rigor y la estructura jerárquica del conocimiento y, en términos generales, tener una percepción más intuitiva de la lógica».
Con el fin de asegurarse de que sus avances en este ámbito lleguen de forma más directa a sus usuarios, Meta ha optado por trasladar su equipo de investigación de IA a la misma sección del grupo que crea sus productos generativos de IA.
Desafíos y recursos
No es sorprendente que la empresa haya querido invertir en el avance de la IA general, una tecnología que, aunque representaría un cambio radical, se vislumbra como algo propio de un futuro distante debido a sus retos técnicos. De hecho, Zuckerberg tampoco se siente capaz de establecer un cronograma para alcanzar este objetivo.
Por otro lado, precisamente esta complejidad ha generado que los perfiles especializados en IA sean cada vez más solicitados por grandes corporaciones, que buscan reclutar ese talento. «Estamos acostumbrados a que haya competiciones por el talento bastante intensas. Pero aquí hay dinámicas diferentes, con múltiples empresas persiguiendo el mismo perfil, y muchos capitalistas de riesgo y personas invirtiendo en diferentes proyectos, lo que facilita que individuos comiencen diversas iniciativas externamente», afirmó Zuckerberg en la entrevista.
En términos de sus recursos materiales, Meta espera contar para finales de año con más de 340.000 GPUs H100 de Nvidia, una potente unidad de procesamiento gráfico con 800.000 millones de transistores, que serán utilizadas para impulsar su proyecto. Zuckerberg se muestra optimista: «Hemos desarrollado la capacidad para realizar esto a una escala que podría ser superior a la de cualquier otra compañía individual».
La
significancia del modelo abierto
La eventualidad de que una tecnología tan robusta como la IA general llegue a manifestarse también presenta peligros, tanto morales como sociales. Y que la supervisión de esta estuviera centralizada en una sola compañía no sugiere un escenario muy favorable. Para aclarar este aspecto, Zuckerberg afirmó que Meta se compromete con el código abierto.
«Creo que uno de los mayores retos aquí será que si desarrollas algo que es verdaderamente valioso, inevitablemente se concentrará mucho. En cambio, si se hace más accesible, se enfrenta a una vasta serie de dificultades que podrían surgir del acceso desigual a las oportunidades y al beneficio. Esa es una porción importante de toda la visión del código abierto».
A lo que, en una clara referencia a OpenAI (aunque sin mencionarlo de forma directa), añade: «todas estas firmas que solían ser transparentes, solían publicar todo su trabajo y solían discutir sobre cómo iban a abrir todo su trabajo en código abierto. Creo que se percibe la dinámica de las personas que simplemente se dan cuenta: «Oh, esto va a ser realmente valioso, no lo compartamos».
Las compañías más grandes que iniciaron con las mayores ventajas son también, en muchas ocasiones, las que más insisten en señalar que es necesario establecer todas estas barreras sobre cómo todos los demás desarrollan IA. Estoy convencido de que algunos de ellos están legítimamente preocupados por la seguridad, pero es asombroso cuánto se alinea con la estrategia».
Meta continúa avanzando en el metaverso
Por último, Zuckerberg ha querido dejar en claro que su compañía no ha renunciado a sus metas para el metaverso. «No sé cómo afirmar de forma más clara que seguiremos enfocándonos en Reality Labs y el metaverso».
De hecho, se están destinando más de 15.000 millones de dólares al año a este proyecto, y se anticipa que el progreso de la IA contribuya a su impulso.
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